lunes, 5 de mayo de 2014

No molestar al paciente.


Cómo lo vive el paciente:

Turno de noche (terminando el turno): entran a las 7 am a tu habitación y te despiertan con un pinchazo para sacarte sangre. Al menos, la enfermera era amable y obviamente hacía su trabajo, se lo pidió el médico. Luz en toda la cara súper agradable.

Al inicio del mismo turno, es decir, por la noche, entra la auxiliar a ponerte el termómetro, después entra la enfermera a las 23.40 h a tomarte una tensión arterial que es muy, muy importante que se tome a esas horas de la noche cuando a lo mejor tú, como paciente, quieres dormir.

Lo que quiero decir es que entran en tu habitación bastantes veces para hacer pequeñas cositas a horas que molestan.
A no ser que seas un paciente de cuidados intensivos o que sea muy necesario una monitorización de tus constantes vitales debido a tu gravedad, no es necesario tomar constantes a horas que no proceden.

Luego hay otras situaciones chulas en las que como paciente he podido comprobar que una se siente estupendamente, como mujer, como persona, invadida, despojada de intimidad total.

Por ejemplo, ecografía. Una está allí con sus vergüenzas al aire mientras le exploran con un aparato no muy agradable y de repente entra un compañero médico y se ponen a hablar entre ellos de la paciente anterior, mientras la paciente que está en ese momento siendo atendida se tiene que quedar quieta con las piernas en posición estupenda y con el aparato introducido esperando a que al médico se le ocurra que tiene que terminar la prueba.

Eso sí, luego puedes ir a ponerte tu ropa interior escondida detrás de una mini cortinilla. No vaya a ser que te vean esa prenda íntima de vestir y que al médico le de un infarto.

De verdad que es una pena que se tengan tan poco en cuenta estos detalles.

No arreglamos lavadoras. Ayudamos a personas con sentimientos.

Creo que una parte vital de la formación del personal sanitario es ponerse enfermo y quedarse unos días ingresado en el hospital. Qué mala idea tengo... pero cuando se vive en persona es la mejor manera de comprender después las necesidades de cada paciente con el que vas a tratar como profesional.

Un saludo.
Patricia.



domingo, 4 de mayo de 2014

Cuando el paciente eres tú.


Cuando el paciente eres tú, se ve todo desde otra perspectiva. 
Agradeces las palabras amables del personal sanitario, una sonrisa, que entren en la habitación a preguntarte, que te digan cómo se llaman. 
Agradeces que no te juzguen, que te escuchen, que no te cataloguen de buen o mal enfermo. 
También aprendes a valorar el trabajo que realizan tus compañer@s de profesión y los relacionados con la enfermería. 
Y sobre todo, aprendes a conocerte y a saber cómo quieres y no ser con tus pacientes. 
Porque el paciente, como su propio nombre indica, es una persona que espera y espera y desarrolla un ejercicio de paciencia muy grande. 
Aprendes a ver los dos lados y comprendes todo el conjunto, desde ambas perspectivas. 
Así que, para algo me ha servido ponerme enferma. 
Buenas noches.
Patricia.