miércoles, 30 de mayo de 2012

¿Qué hace una enfermera en un centro de salud?

Esta es una pregunta que, seguro, se han planteado muchas personas que van a un centro de salud (también llamados ambulatorios por algunos). 

Realmente la labor de una enfermera de atención primaria o de centro de salud es totalmente desconocida. 

¿Tomamos la tensión? Sí.
¿Pesamos al paciente? Sí.
¿Curamos heridas? Sí.
¿Ponemos inyecciones? Sí.
¿Hacemos analíticas? Sí.

Vale. Creo que esta es la idea aproximada de la población acerca de lo que hacemos en el centro de salud. ¡Y faltan tantas labores que la gente desconoce!

Es por eso, que hoy quiero hablar de ello. Me gustaría que la gente conociera nuestra labor, porque os aseguro que no nos pasamos el día cotorreando con las compañeras, ni de cafés. Obviamente, en algunos centros hay más trabajo que en otros, pero os aseguro que trabajamos pero bien. 

Tenemos una función básica con los pacientes y es: informar sobre salud y enfermedades, sobre cómo cuidarse, es decir, prevenir. Porque no sólo atendemos al paciente cuando ya está enfermo, sino que intentamos evitar que enferme. 

Y para ello, en las consultas, cuando un paciente viene, se le informa y además, también hacemos grupos de educación para salud, lugares donde se juntan grupos de personas que quieren aprender a cuidarse.

Desde la infancia hasta la vejez. Que no es sólo el pediatra el que te informa sobre tu bebé o niño pequeño, que la enfermera es básicamente la que informa y asesora y la que lleva las revisiones del niño en conjunto con el pediatra o sola, cosa que mucha gente no sabe.

Nuestra labor es hacer que la persona que viene a vernos se haga responsable de su cuidado, que no venga "a que le curen", que aprenda a cuidarse y se vaya con esa información. Luego, cada uno es libre de hacer lo que quiera, porque como digo, cada uno es responsable.

Porque para tomar tensiones y pesarse, existen unas máquinas en el mercado que te las compras y te toman la tensión y te pesas, no hace falta que vayas a la enfermera.
Sí hace falta ir a verla si quieres que te diga qué significa la tensión, qué puedes hacer para cuidarte, que problemas puedes tener si no lo haces, qué significa tu peso, qué dieta puedes hacer y llevar un seguimiento... si quieres ayuda, puedes ir a ver a tu enfermera.

Podría seguir hojas y hojas, pero no quiero extenderme. Sólo una cosa importantísima para mí. Las enfermeras de centro de salud también escuchamos los problemas de los pacientes, les damos apoyo, les sugerimos ayuda si pensamos que la necesitan, les enseñamos técnicas de relajación, y les dejamos llorar en la consulta. Sí, llorar, desahogarse, cuando no tienen a nadie con quién hacerlo, porque hay mucha gente con problemas y sola y en nuestra sociedad cada vez más.

Y también hacemos visitas a domicilio a personas que no pueden moverse o desplazarse, en muchos centros todos los días se va a las casas. Y nadie nos paga los desplazamientos, que salen de nuestro bolsillo o de ir corriendo de un lado al otro como locas (ya hemos hecho el ejercicio aeróbico del día). 

Así que, no somos practicantes ni pincha-culos. Somos mucho más.
Si necesitas ayuda, habla con tu enfermera, que para eso está.

Besos, 
Patricia.

martes, 29 de mayo de 2012

¿Otro hospital es posible?

Cuando pensamos en un hospital, pensamos en él como un sitio que no es agradable, al que nadie quiere ir. 

Claro, sí, ahí la gente está enferma, la gente muere, ir allí significa o que nosotros estamos enfermos o que nuestro familiar o amigo lo está.

A parte de eso, creo que sería importante tener en cuenta otros aspectos que hacen que un hospital sea desagradable: diseño feo por fuera, tipo carcelario, en un lugar sin zonas verdes o jardines para pasear (para pasear los enfermos digo). 

Porque, se cura sólo con medicinas, procedimientos invasivos, dolorosos, sueros, vías, operaciones?? o además hay otras cosas que se podrían hacer? creo que se podrían y deberían hacer porque somos personas, no máquinas y en la salud influyen tantos factores!! 
Eso que te explican en enfermería: "el ser humano es biopsicosocial" bla, bla, bla, mientras te entra un sopor en clase.... ZZzzzzZZzzzz   Y que será eso, bio-psico-social, si luego todo se queda en bio.

Imaginad un hospital más agradable a la vista, en un lugar más rodeado de naturaleza o zonas verdes, al menos, para que los pacientes que deseen y puedan, paseen, y respiren y sean agentes de su curación, no meros "pacientes", esperando que alguien les cure.

Imaginad, que en ese paseo conocen a otro paciente, hablan y de ahí surge una conversación, una sonrisa, y ocurre un pequeño cambio de estado de ánimo y quizá un cambio de actitud más positivo. 

Imaginad que en las habitaciones hay ventanas con vistas a ese jardín agradable, que no sea todo tan hermético, sin tanta luz artificial que te pone cara de enfermo. 

¿Es necesario que los hospitales sean tan aburridos y serios?

Pensad que el personal sanitario tiene salas de descanso o de estar más confortables, donde se encuentren más a gusto, y a su vez, esto les influya positivamente en un estado de ánimo más positivo. No me lo invento, hay estudios que lo demuestran, para aquel que busque evidencias. 

E imaginad que a los pacientes se les dejen tomar determinadas decisiones, que se les pregunte si quieren la música del hilo musical o no (normalmente los 40 principales a horas que no son). 

Porque, preguntémonos, ¿cómo me sentiría yo en un lugar donde me ponen un pijama igual que a todos los demás, soy un número de habitación, soy el del hígado, el de la meningitis, el del cáncer de colon?

¿cómo me sentiría si no me dejan tomar ninguna decisión sobre la que tengo derecho y tengo que estarme quietecito, portarme bien y no protestar para no ser "el pesado"? 

Pensemos que en el hospital hay vida, que los enfermos están malos, pero siguen viviendo, y siguen teniendo derecho a tener experiencias agradables y no a estar en la cama todo el día sin nada que hacer.

Sinceramente, creo que no hablo de ciencia ficción, sino de humanidad.

Besos,
Patricia.

martes, 1 de mayo de 2012

El humor como herramienta terapéutica

Muchas veces utilizo el humor con los pacientes, incluso aunque yo no tenga un buen día, creo que más lo uso si no tengo un buen día y de hecho, cuántas más "tonterías" digo, mejor me acabo sintiendo en mi jornada laboral.

El humor, herramienta que todo ser humano posee, y que nos hace olvidarnos de las penas por un momento y conectar con el que tenemos al lado y sacarle una sonrisa, a la vez que nosotros también sonreímos. Herramienta terapéutica muy poderosa, estoy segura de ello, y además no cuesta dinero, es gratis, lo cual supone un ahorro en el gasto sanitario, mejora el ánimo, aumenta las defensas, ayuda a pensar más en positivo y ayuda en la predisposición a la curación de las enfermedades. Total, que todo son ventajas.

Y es que ya lo empleaba ese médico extravagante llamado Patch Adams, del cual se hizo una película, y que ha dado muchísimas conferencias sobre el poder curativo de la risa. 




Doherty Hunter "Patch" Adams (Washington D. C.28 de mayo de 1945),1 es un médicoestadounidense, activista social, ciudadano diplomático y escritor. Fundó el Instituto Gesundheit! en 1971. Cada año organiza un grupo de voluntarios de todo el mundo a viajar a distintos países, vestidos de payasos, en un esfuerzo por llevar el humor a los huérfanos, pacientes y otras personas. Su vida fue la base en la cual se inspiró la películaPatch Adams (Dr. de la Risa), protagonizada por Robin Williams, en la cual interpreta el papel de Hunter.
Adams actualmente vive en ArlingtonVirginia, donde promueve medios alternativos de sanación para enfermos en colaboración con el instituto. Es el inventor de la risoterapia con fines médicos y terapéuticos, y el responsable de la inclusión de ésta en la medicina moderna.


Nos reímos pocos minutos al día. Si riéramos más, nos iría mejor.

Otra asignatura que no explican en la carrera, hacer reír al paciente. Y aquí viene la pregunta: ¿cómo se hace eso? porque claro, a una persona que está muy deprimida, no vas a ir a contarle un chiste. Bueno, no se trata tampoco de eso. Supongo que hay que desarrollar la habilidad para conectar con la persona y para ello lo primero es observar, observar mucho. O sea, que no hay un manual ni unos pasos a seguir. Ese es el quid de la cuestión.

Es decir, te acercas a la persona, le saludas, te presentas, le explicas qué es lo que vas a hacer (como siempre se debería hacer). Así que primero, te acercas, "le pides permiso", y luego observas detalles o algo que te diga. 

¿Que te dice algo? Bien, tal vez por ahí pueda venir la conversación y decir alguna tontería. ¿Que no dice nada? Pues a lo mejor hay cualquier elemento en la sala sobre la que decir la tontería o contar algo que una vez te pasó, o preguntarle algo inesperado... eso ya lo dejo a la imaginación. 

Tonterías como por ejemplo (la enfermera entra en la habitación para colocar una medicación i.v. y hay ya unas cuantas colgadas del palo de suero). Hola, vengo a ponerte esta medicación. Vaya, esto parece un árbol de Navidad, si fueran bolas colgadas ganarías el concurso al árbol más bonito. O vas a llevar la nutrición enteral: ¿Qué te apetece de menú: gambas o paella? 

Sí, son tonterías. Pero creo que sirven para romper el hielo si no tienes confianza con el paciente, no pierdes nada (que no le haga gracia, total, ya no le hace gracia estar en un hospital), y sirven para continuar una relación agradable con un paciente ya conocido o incluso para que él te haga chistes.

Y sonreír, sonreír siempre. La sonrisa te abrirá muchas puertas y el corazón de las personas, y este caso de los pacientes. Y eso, al final, es lo que recordarán de ti como enfermera.


Besos,
Patricia.