sábado, 5 de marzo de 2016

Ruido


Algo que ocurre con mucha frecuencia... el ruido. Enfermeras hablando, auxiliares hablando, médicos... hablando... el paciente en la cama oyendo todo... estímulos, luz, sonidos de respiradores, pitidos de monitores...

El ruido es un factor de estrés importante y más para una persona que está intentando gestionar una enfermedad, una operación, dolor, hambre, sed, miedo, ansiedad, frío, calor, no está en su casa, no conoce a las personas de su alrededor...

El paciente quiere silencio, calma, quietud... Bajemos la voz, hablemos bajito. Por respeto al otro, pues forma parte de cuidar.



Un saludo.
Patri.

 http://www.enfermeriaendesarrollo.es/index.php/te-ayudamos-a-cuidar/71-un-hospital-sin-ruidos

viernes, 6 de marzo de 2015

Cuando un paciente muere

Ha fallecido un paciente en mi turno.

Yo, la enfermera, he sido la última persona con la que ha hablado, a la última persona que ha visto antes de irse.

Recuerdo que le saludé con una sonrisa, como siempre; le pregunté cómo estaba; le hice reir.
-Las sonrisas son gratis y los besos no se gastan- le dije un día.

Creo que nuestra labor como enfermeras, como personas, es ser amables cada día con el paciente.
Porque si esa persona vive, tendrá un bonito recuerdo de alguien que le cuidó con cariño.

Y si se marcha, serán tus últimas palabras las que haya escuchado, tu último rostro el que vea y la última sonrisa que le haya iluminado un poquito su corazón.

Me quedo con tu sonrisa, con tus amables palabras y con el recuerdo de lo tranquilo que dormías.

Gracias por esta LECCIÓN de VIDA.

Patricia.


lunes, 5 de mayo de 2014

No molestar al paciente.


Cómo lo vive el paciente:

Turno de noche (terminando el turno): entran a las 7 am a tu habitación y te despiertan con un pinchazo para sacarte sangre. Al menos, la enfermera era amable y obviamente hacía su trabajo, se lo pidió el médico. Luz en toda la cara súper agradable.

Al inicio del mismo turno, es decir, por la noche, entra la auxiliar a ponerte el termómetro, después entra la enfermera a las 23.40 h a tomarte una tensión arterial que es muy, muy importante que se tome a esas horas de la noche cuando a lo mejor tú, como paciente, quieres dormir.

Lo que quiero decir es que entran en tu habitación bastantes veces para hacer pequeñas cositas a horas que molestan.
A no ser que seas un paciente de cuidados intensivos o que sea muy necesario una monitorización de tus constantes vitales debido a tu gravedad, no es necesario tomar constantes a horas que no proceden.

Luego hay otras situaciones chulas en las que como paciente he podido comprobar que una se siente estupendamente, como mujer, como persona, invadida, despojada de intimidad total.

Por ejemplo, ecografía. Una está allí con sus vergüenzas al aire mientras le exploran con un aparato no muy agradable y de repente entra un compañero médico y se ponen a hablar entre ellos de la paciente anterior, mientras la paciente que está en ese momento siendo atendida se tiene que quedar quieta con las piernas en posición estupenda y con el aparato introducido esperando a que al médico se le ocurra que tiene que terminar la prueba.

Eso sí, luego puedes ir a ponerte tu ropa interior escondida detrás de una mini cortinilla. No vaya a ser que te vean esa prenda íntima de vestir y que al médico le de un infarto.

De verdad que es una pena que se tengan tan poco en cuenta estos detalles.

No arreglamos lavadoras. Ayudamos a personas con sentimientos.

Creo que una parte vital de la formación del personal sanitario es ponerse enfermo y quedarse unos días ingresado en el hospital. Qué mala idea tengo... pero cuando se vive en persona es la mejor manera de comprender después las necesidades de cada paciente con el que vas a tratar como profesional.

Un saludo.
Patricia.



domingo, 4 de mayo de 2014

Cuando el paciente eres tú.


Cuando el paciente eres tú, se ve todo desde otra perspectiva. 
Agradeces las palabras amables del personal sanitario, una sonrisa, que entren en la habitación a preguntarte, que te digan cómo se llaman. 
Agradeces que no te juzguen, que te escuchen, que no te cataloguen de buen o mal enfermo. 
También aprendes a valorar el trabajo que realizan tus compañer@s de profesión y los relacionados con la enfermería. 
Y sobre todo, aprendes a conocerte y a saber cómo quieres y no ser con tus pacientes. 
Porque el paciente, como su propio nombre indica, es una persona que espera y espera y desarrolla un ejercicio de paciencia muy grande. 
Aprendes a ver los dos lados y comprendes todo el conjunto, desde ambas perspectivas. 
Así que, para algo me ha servido ponerme enferma. 
Buenas noches.
Patricia. 

lunes, 16 de diciembre de 2013

Una enfermera revela las 5 cosas que todos lamentan 5 minutos antes de morir






La enfermera australiana reunió en su libro las "confesiones honestas y francas de personas en sus lechos de muerte", lo que hubieran querido hacer o no hacer.

Eso es lo que afirma Bronnie Ware, experta en cuidados paliativos y enfermos terminales, quien acaba de compilar en un libro la lista de los cinco principales arrepentimientos que tiene la gente antes de morir.
El libro, titulado "Los Cinco Arrepentimientos de los Moribundos", es un recuento de memorias sobre la vida de la autora y sus experiencias durante años de trabajo en cuidados paliativos.
La gente madura mucho cuando se enfrentan a su propia mortalidad. Aprendí a nunca subestimar la capacidad de una persona para crecer. Algunos cambios fueron fenomenales. Cada uno de ellos experimentó una variedad de emociones, como es de esperarse, la negación, el miedo, el enojo, remordimiento, más negación y finalmente la aceptación. Sin embargo, cada paciente encontró su paz antes de partir, cada uno de ellos.
Cuando se le preguntó acerca de los arrepentimientos que tenían o cualquier cosa que haría de manera diferente, los temas comunes surgieron una y otra vez . Éstos son los cinco más comunes:
1. Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí: Este fue el lamento más común de todos. Cuando las personas se dan cuenta de que su vida está a punto de terminar y miran hacia atrás con claridad, es fácil ver cuántos sueños no se han cumplido. La mayoría de la gente no había cumplido aún la mitad de sus sueños y tenía que morir sabiendo que era debido a las elecciones que habían hecho, o que no hicieron.
Es muy importante tratar de honrar al menos algunos de sus sueños en el camino. Desde el momento en que se pierde la salud , ya es demasiado tarde. La salud conlleva una libertad de la que muy pocos se dan cuenta, hasta que ya no la tienen.
2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro: Esto salió de cada paciente de sexo masculino que cuidé. Se perdieron la juventud de sus hijos y la compañía de su pareja. Las mujeres también hablaron de este pesar. Pero como la mayoría eran de una generación anterior, muchos de los pacientes de sexo femenino no había sido el sostén de su familia. Todos los hombres que cuidé lamentaron profundamente el haber gastado tanto sus vidas en la cinta de una existencia de trabajo.
Al simplificar su estilo de vida y tomar decisiones conscientes en el camino, es posible que no necesite los ingresos que usted cree. Y mediante la creación de más espacio en su vida, usted será más feliz y más abierto a nuevas oportunidades, otras más se compatibles a su nuevo estilo de vida.
3. Ojalá hubiera tenido el coraje para expresar mis sentimientos: Muchas personas suprimieron sus sentimientos con el fin de mantener la paz con los demás. Como resultado, se conformaron con una existencia mediocre y nunca llegaron a ser lo que eran realmente capaces de llegar a ser. Muchas enfermedades se desarrollan como un resultado relacionado con la amargura y el resentimiento que cargan.
No podemos controlar las reacciones de los demás. Sin embargo, aunque las personas pueden reaccionar inicialmente al cambiar la forma en que están hablando honestamente, al final se plantea la relación a un nivel completamente nuevo y más saludable. O eso, o soltar las relaciones poco saludable de su vida. De cualquier manera, usted gana.
4. Me hubiera gustado haber estado en contacto con mis amigos: A menudo no se dan cuenta realmente de los beneficios de los viejos amigos hasta después de semanas de convalecencia, y no siempre fue posible localizarlos. Muchos de ellos habían llegado a estar tan atrapados en sus propias vidas que habían dejado que amistades de oro se desvanecieran por el paso de los años. Pese a los lamentos profundos acerca de no dar a las amistades el tiempo y el esfuerzo que se merecían. Todo el mundo pierde a sus amigos cuando está muriendo .
Es común para cualquier persona en un estilo de vida ocupado, dejar que las amistades desaparezcan. Pero cuando usted se enfrenta con su muerte de cerca, los detalles físicos de la vida desaparecen. La gente quiere tener sus asuntos financieros en orden si es posible. Pero no es el dinero o el estatus lo que tiene una verdadera importancia para ellos. Quieren poner las cosas en orden más para el beneficio de aquellos a quienes aman. Por lo general, sin embargo, están demasiado enfermos y cansados para manejar esa tarea. Al final todo se reduce al amor y las relaciones. Eso es todo lo que queda en las últimas semanas, el amor y las relaciones.
5 . Me hubiese gustado permitirme a mí mismo ser más feliz: Esta es una sorprendentemente común. Muchos no se dieron cuenta hasta el final de que la felicidad es una elección. Se habían quedado atrapados en patrones y hábitos antiguos. El llamado “confort” de la familiaridad desbordado en sus emociones, así como su vida física. El miedo al cambio les había hecho vivir fingiendo a los demás, y para su yo, que estaban contenidos. Cuando muy adentro, anhelaban reír de verdad y tener esa estupidez en su vida de nuevo.
Mortal. Digo, genial. Para empezar a cambiar las cosas que tenemos que cambiar…

http://www.ronniearias.com/nacio-de-mi/compendio-boludeces/las-5-cosas-antes-de-morir_35732.html

http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/01/120131_arrepentimiento_al_morir_men.shtml

miércoles, 19 de diciembre de 2012

La Guerra De Las Vacunas (Documental)





Los científicos aseguran que las vacunas han incrementado nuestra esperanza de vida. En algunos países, enfermedades evitables como la polio han desaparecido casi por completo y existen otras que pueden prevenirse gracias a las vacunas.
Pero no todo el mundo está de acuerdo. En el estado norteamericano de Oregón, buena parte de la población de Ashland es reacia a vacunar a sus hijos. Consideran que en la actualidad se administran cuatro veces más vacunas que en la década de los setenta y prefieren que sus niños contraigan las enfermedades normales como la varicela o el sarampión. Opinan que las vacunas conllevan más riesgos asociados que beneficios. En una palabra, desconfían de ellas.
Este documental expone la diversidad de opiniones en torno a las vacunas.
Un saludo.
Patricia.